História Enamorado de un demonio - Un Sueño hermoso

Salí de mi casa y me dirigí a la tienda de Madame, entre en la tienda encontrándome a madame

—Madame buenos días, quisiera saber si le podría hacer unas preguntas- dije lo más educado que pude.

—buenas tardes Adib, si esta bien- hablo esta en un tono tranquilo

—hice una invocación, pero ya después de haberla terminado empezaron a pasar otra serie de sucesos paranormales.

—es raro que algo así pase, quizás algo anda tras de ti, ten cuidado.

—gracias Madame, mis velas negras se han acabado deseó poder comprar 20 velas.

—a esta bien, toma- dijo esta mientras de unas gavetas las sacabe y me las entregaba

Por mi parte le di el dinero, me despedí y agradecí para después retirarme de la tienda.

Regrese a casa encontrándome con mi madre cocinando el almuerzo, el tiempo se había ido volando.

Comimos mientras hablábamos cosas sin sentido y sobre cuando traería una novia a casa a lo cual yo me puse rojo, la tarde paso con normalidad y tranquila.

Fui a mi habitación, encontrándome con la sorpresa que esta estaba desordenada, acaso me dejarían en paz algún día.

Bueno supongo que esto yo mismo me lo busqué.

Una idea se me vino a la mente.

Después de ir al baño y estar listo para dormir tipo 12 am, decidí poner dos velas la cual una decía si y la otra no.

Me senté en el suelo para después ponerlas y encender las dos.

—Belcebú puedo hablar contigo o tan siquiera estas aquí.

Espere por unos minutos casi cuando me daba por vencido una de estas se apago indicándome un si de su parte.

Encendí otra vez la vela para hacer otra pregunta. 

—te podre ver pronto.

La vela con el si se volvió a apagar causando que una sonrisa apareciera en mi rostro. 

Pase hablando con el casi toda la noche, estaba tan feliz que lo podría ver de nuevo en poco tiempo. 

Había sido un día tranquilo para mi y además me sentía feliz pero tenía un millón de preguntas que pasaban por mi mente. 

¿Por qué se fue? 

¿Qué significa la marca que tengo en mi cuello? 

¿El me seguirá protegiendo a pesar que no lo veo? 

¿Que soy? 

¿Quién demonios soy y porqué me pasa todas estas situaciónes las cuales hacen que me vuelva loco? 

Tan confundido estoy. 

Esto me harta hasta es punto que provoca que me duela mi cabeza. 

Desde la hace unas semanas que no me han vuelto a molestar los chicos. 

Es porque estos aun están lastimados. 

Pero me alegra

Desde que hago este tipo de cosas he cambiado mucho, antes no tenia que preocuparme tanto y ahora es diferente. 

No tenía que preocuparme porqué un maldito demonio tratara de matarme. 

Pero aún así seguiré si eso significa poder ver de nuevo a Belcebú.  

A al fin pude dormirme. 

~lo siento Adib~

Era Belcebú el cual se encontraba abrazandome mientras lloraba, al igual de él comencé a llorar y me aferre más a él. 

Este se disculpaba una y otra vez para decirme que me amaba y que no era su culpa. 

Mientras yo le decía que no se preocupara por eso, que yo haría cualquier cosa para estar a su lado. 

Ah tan cálido y reconfortante, esta era la sensación la cual había extraño tanto. 

Los dos habíamos parado de llorar y estábamos en silencio pero este no era incomodo es más era agradable. 

Podía sentí como este empezaba a jugar con mi cabello regalándole caricias. 

Era hermoso poder ver otra vez esos ojos. 

El sueño parecía tan real y hermoso del cual quisiera nunca despertar. 

Era simplemente perfecto. 

Me había dado que el amor por mi demonio era más que de familia o de amigo. 

El amor que tenía por el era romántico. 

Me había dado cuenta que estaba enamorado de un demonio, de mi demonio...