História Mi Mundo - Capitulo 14

Terminó mi clase y me quede unos minutos más ya que quería preguntarle al profesor detalles del trabajo. Salí y caminé hacia el estacionamiento, Caro y Karol ya estaban en el auto esperándome.
–Te demoraste horrores. Que pasó?- me preguntó Caro mientras me sentaba y empezaba a arrancar.
–Nos mandaron un proyecto nuevo y tenia algunas dudas.
–Que mala suerte! Yo te iba a decir para que me acompañes a comprar hoy el regalo de Rugge.- dijo Karol resignada.
 –No podré acompañarte, quiero avanzar mi trabajo hoy ya que el sábado tengo trabajo grupal.
–Trabajo grupal? Y quienes son tu grupo?
-Unos chicos de mi salón. Tenemos que ir a visitar una iglesia para remodelarla.
–Vas a ir con puros hombres?- dijo Caro riéndose.
–No me quedo de otra. Ya no había más grupos.
–Eso te pasa por no ser sociable.- dijo Karol uniéndose a la risa de Caro.
–Ah oye Valu,  me olvide de decirte que Agus vendrá a la casa el domingo para avanzar con el trabajo.
–Pero el domingo entreno.
–Vendrá en la tarde.
–Ok.
–Y ahora, qué hago?-dijo Karol indignada.
–Yo contaba con ir contigo hoy, soy muy indecisa comprando.
–Pobre Ruggero! Ya me imagino su regalo.- se burlo Caro.
-Que mala! Dale acompáñame tú.
–Tengo que ir al club.
-Ahora que hago? Que le compro? Es el primer regalo que le haré, tiene que ser especial.
–Tienes muchas opciones Ka, lo sabrás cuando veas lo indicado.- dije bajando del auto ya que ya habíamos llegado. Entramos y Caro agarro sus cosas y se fue. Subí a mi cuarto para avanzar con mi maqueta.
–Valu! Ya me voy, ya llego el taxi.- gritó Karol así que salí para despedirme.
–Ok, suerte.
–Quieres que te compre algo?
–Si quieres y ves algo lindo lo haces.
–Ok, chau.- Se fue y entre para seguir con mi maqueta. Ya habían pasado un par de horas cuando sentí que alguien entro a la casa y subió por las escaleras.
–Valu?- era Lio.
–Sí, estoy acá entra.- él entro y se lanzo en mi cama. Al instante me di cuenta que no estaba de buen humor y de seguro era por su padre. Así que no dije ninguna palabra y me quede esperando a que él hablara. Pasó un rato largo y se puso de pie y jalo una silla para sentarse a mi lado.
–Gracias por no decirme nada.
–Te conozco mucho Lio, se cuando necesitas de mis palabras y cuando de mi silencio.- él me sonrió.
–Fue muy malo?- le pregunte.
–Lo extraño es que no fue malo, fue raro. Quería saber como estaba, cuando es la próxima competencia.- respiró hondo como si lo que iba a decir ni lo creía el mismo. –Y me propuso trabajar con él.
–Qué? Y de qué?- estaba sorprendida.
–Sí, dice que su estudio ahora trabajará con Billabong para una nueva campaña, están buscando a jóvenes surfistas para que sean la nueva cara de su marca. Mi papá me ha pedido que yo sea una y que me encargue de llamar a todos los buenos surfistas que conozca.- No lo podía creer, el papá de Lio tiene un estudio de publicidad completo que sin duda es el mejor del país. Y siempre trabaja con empresas de re nombre, pero jamás con empresas juveniles.
–Woww! Vas a ser modelo?-le dije riéndome.
–Aun no he aceptado.
–Y porque no?
–Porque trabajar con él seria verlo la mayoría de días, y no estoy preparado para soportarlo.
–Pero es una gran oportunidad! Es Billabong!- dije admirada, ya que Billabong es una de las marcas de surfistas con mayor estilo.
–Si lo sé, lo voy a pensar supongo.
–Y si piénsalo bien. Yo sé que es difícil, pero en el fondo es tu papá.
–Igual tú no te salvarás. Si yo acepto tú vienes conmigo.- dijo abrazándome.
–Estás loco, no tengo la altura para ser modelo.
–Y? no es una pasarella, quieren a surfistas. Los únicos requerimientos son que seas buen surfista y que seas atractivo.
–Y eso somos.- dije confiada.
–Sí que lo somos!-dijo con una sonrisa de esas que usa para encantar.
–Y qué estás haciendo?
–Mi proyecto.
–Ah ok.- miro su reloj.
–Bueno yo me voy.
–No te quedas a cenar?
–No gracias, quede en cenar con mi mamá y su novio.
–Ok, nos vemos mañana temprano.
–Te vengo a recoger.- dijo dándome un beso en la mejilla y caminando hacia la puerta.
–Oye espera!- recordé lo de Ana así que quería preguntarle.
–Qué pasó?
–Vas a ir a la fiesta con Ana?
–Vas a ir tú?
–Sí, iré un rato.
–Entonces si iré.
–Con Ana?
–No, yo iré contigo si quieres que te lleve.
–Pero Ana te invitó.
–Sí, pero aún no le acepte.
–No seas cruel con ella.
–No soy cruel, soy sincero. Nos vemos, me tengo que ir.
–Ok, chau.
–Chau.- gritó saliendo y bajando las escaleras.

Seguí con mi maqueta y me distrajo un mensaje. “Hoy te extrañé, no es suficiente para mí verte solo en la mañana.” No pude evitar sonreír al leer el mensaje y ver que era de Michael. Escribí muchos mensajes de respuesta pero ninguno me convencía así que no le respondí. Seguí con mi maqueta hasta que sentí de nuevo que alguien entraba y por las voces deduje que eran mamá y Karol. Baje para saludarlas y me perdí en las mil bolsas que cargaban cada una.
–Wowww! Karol te trajiste todo la tienda!-grité sorprendida ya que habían sin exagerar muchísimas bolsas.
–Si! No es solo mi culpa, mamá me ayudo.- dijo contenta. Al instante sabia que habían comprado de todo. Mamá era una compradora compulsiva y Karol era una indecisa así que esa era la mejor combinación para los centros comerciales.
–Valu te hemos comprado cosas muy bonitas, alégrate!- dijo mi mamá feliz.
–Haber déjenme ver que han comprado.
–Primero tienes que ver lo que le compre a Rugge!!!
–Lo que le compraste?-dijo mi mamá sorprendida.
–Bueno lo que compre con la plata de mamá.- Karol saco una caja plateada muy fina y la abrió. –Que dices?- era una Rolex muy hermoso y bastante particular.
 –Woww! Le compraron un Rolex?- dije sorprendida.
–Si!!! Tú me dijiste que cuando vea lo indicado sabría que eso tendría que comprar. Y lo vi y no pude elegir otra cosa. Este es perfecto para él. Es un Rolex deportivo.- dijo Karol súper feliz y con una emoción única.- Les debe haber costado muchísimo.
–Eso es lo de menos Valeu, si Karol está feliz con el regalo la plata no importa. Y Ruggero es un buen chico.- dijo Mamá buscando otra bolsa. Yo estaba feliz por Karol.
–Mira lo que te hemos comprado.- dijo Mamá abriendo una bolsa. Y sacando un wetsuit negro con líneas azules.
–Te gusta? Combina perfecto con tu tabla!- dijo mi mamá feliz.
–Esta increíble má! Gracias.
–Y eso no es todo.-dijo Karol buscando algo entre todas las bolsas.
–Hay más?
–Hija, mira la cantidad de bolsas que hay acá. Crees que solo hemos comprado una cosa para ti?- no pude evitar reírme.
–Haber quiero ver que más.
–Mira lo que te compramos para que te pongas mañana.- dijo Karol lanzándome una bolsa. La abrí y era una blusa negra com um short Blanco com unos detalles negros.
–Wowww! Es hermoso!
–Anda pruébatelo!- me dijo mi mamá.
–Ok ya vengo.- fui a probármelo y me quedaba perfecto. El color resaltaba mi cabello rubio y mi perfecto abdomen se notaba impecable. Sali y ya había llegado Caro que estaba abriendo sus bolsas.
–Te queda hermoso hija! Te ves preciosa.
–Vas a desmayar a más de uno en la fiesta Valu.- dijo Caro.
–Michael se va a morir al verte.- me reí con el comentario de Karol.
–Quien es Michael?- interrumpió mamá confundida.
–Es el nuevo novio de Valen- dijo Karol sin importancia. La cara de sorprendida y confundida de mamá era realmente graciosa.
–Tú tienes novio? No lo puedo creer.
–No es mi novio, solo estamos saliendo.
–Pero será tu novio.- me interrumpió Caro riéndose.
–Bueno si.- dije.
–Quiero conocer al hombre que te hizo cambiar de opinión hija. Debe ser muy lindo.
–Y sí que lo es.- le dije con una sonrisa.
–Cuando te decidas lo invitas a cenar.
–Dalo por hecho mamá. Y que más compraron?- dije para escapar del tema. Ya era bastante difícil para mí decir que tendría novio y invitarlo a casa sería un paso que creí jamás dar.
–Mira lo que me compraron.- dijo Caro señalándome 3 bolsas con mucho ropa muy bonita.
–Ustedes sí que deben ser bienvenidas con alfombras rojas en las tiendas. Han comprado muchísimo.
–Y eso que estábamos a punto de comprar la ropa que nos vamos a poner para el almuerzo del abuelo pero convencí a mama de que ustedes tenían que probárselo antes.
–Es que eran unos vestidos hermosos. Yo estaba segura que les quedaría perfecto.
–Hay mamá, tú tienes un problema en serio. Pero como nosotras salimos ganando no tengo ningún problema con ello.- dije.
 –Ma cuando llega el abuelo?-preguntó Caro.
–Ayer hable con él y me dijo que llegaría un par de días antes del almuerzo. Parece que el negocio que estaba cerrando se está demorando más de lo que tenía planeado.
–Que no estará para mi competencia?
–Parece que no hija.- Mi abuelo jamás se perdió de ninguna de las competencias que tenía en el país. Me encantaba verlo mirándome orgulloso.
-Él jamás se perdió mis competencias.- dije claramente notando mi tristeza.
–Él estará hija, sabes que siempre está contigo.- le sonreí.
–Bueno ya que ya vieron todo, vamos a cenar.- Pasamos a cenar y hablamos del viaje de Karol. La alegría y ansiedad de ella se notaban a kilómetros de distancia. Caro y yo nos burlábamos de ella con comentarios un poco subidos de tono y mamá se limitaba a sonreír y a decir mil veces que se cuide. Terminamos y nos fuimos a dormir. Me levante temprano y fuimos a entrenar con Lio. Ya habíamos llegado a la universidad.
–Nos vemos mañana temprano no?
–No, mañana no voy a poder, tengo que ir a la oficina de mi papá.
–Vas a aceptar?
–Creo que sí, pero no iré a hablar de eso.
–Entonces?
–No sé, dice que quiere que conozca a alguien.
–Ah ok.
–Nos vemos en la noche. Te voy a recoger para ir a lo de Ruggero no?- todavía no había quedado con Michael pero como él me convenció supuse que me llevaría él.
–Voy a ir con Michael. Supongo que el vendrá a recogerme.- su expresión cambio a una de incomodidad.
–Supones?
 –Es que aun no hemos hablado bien. Pero sí, él me convenció para ir un rato y me dijo que me llevaría a casa así que fácil también va a querer recogerme.
–Ok. Entonces supongo que nos veremos allá.
–Sí.
–Ok chau.- me dijo sin ganas. Me baje del auto y camine hacia mi clase. Lio estaba molesto, y yo sabía que esto iba a pasar. Él y yo siempre íbamos juntos a fiestas y que le dijera que no claramente lo incomodo. Él no quiere que las cosas cambien entre nosotros, pero es obvio que muchas cosas van a tener que cambiar. Por más que no quisiera es inevitable, y me duele muchísimo eso. Camine hasta mi salón y pensé que quizás me encontraría con Michael pero no estaba. Entré y Agus estaba sentado con Caro conversando. Les mostré una sonrisa y me senté en el asiento de atrás.
–Agus veo que ya estás muy instalado en mi asiento.- Caro me miro con una cara de cállate la boca y Agus se reía.
–Eso te pasa por llegar tarde.
–Te lo sedo Agus, pero aprovéchalo que de ahí se ve muy bien.- Agus explotó de la risa.
–Eres lo más Valen. -dijo riéndose. Empezó la clase y él se giró para ver al profesor. Durante toda la clase se cuchichearon cosas y Caro se reía, la veía muy contenta y muy cómoda. Acabo la clase y nos paramos para ir a la siguiente.
–Bueno chicos mi clase es al otro lado así que yo voy avanzando.
–Vamos Valen, la mía también. Tu Caro?
–La mía es acá arriba así que vayan. Nos vemos en el almuerzo.
–Ok! Chau.- Me fui caminando con Agus.
–Vas a ir a la fiesta de Rugge?- me preguntó.
–Sí, iré un rato.
–Veo que cambiaste de opinión.
–Y sí.
–No es fácil decirle que no. No? - dijo riéndose. Me reí.
–No es nada fácil.- Caminábamos por el campus y ya estábamos llegando hacia el pabellón de nuestra siguiente clase.
–Mira quien está ahí.- dijo Agus señalando la entrada. Sabía que era Michael. Levante la mirada y lo vi apoyado en la pared con sus headphones, lentes de sol y una gran sonrisa.
–Veo que no te aguantas Mike.- le dijo saludándolo.
–No, no me aguanto.- dijo con una sonrisa inmensa y acercándose hacia mí.
–Hola!- dije muy feliz al verlo. Lo había extrañado.
–Bueno yo los dejo, no me gusta ver como comen otros cuando algunos estamos en abstinencia.- dijo Agus.
–Entonces vete ahora.- le dijo jalándome de la cintura.
–No respondiste mi mensaje.- dijo rozando sus labios por mi mejilla dirigiéndose hacia mis labios. Era una adicción, solo con sentirlo cerca ya era suficiente para mí. En serio me encantaba este hombre.
–No supe que responderte.
–Por cómo te veo tampoco es suficiente para ti.- dijo contra mis labios.
–Eres insoportable.- dije sin soportarlo más y jalándolo hacia mí para besarlo. El beso fue con mucha ansiedad. Me tenía contra la pared, abrazándome por la cintura. Yo alcé mis brazos y enrede uno en su cuello y con el otro le agarré la mejilla. Disfrutaba de cada beso, era algo que jamás me había pasado. Me aleje sin poder respirar.
–Sí que te haces extrañar.-me dijo separándose un poco.
–Debo decir lo mismo.- me sonrió.
-Igual, eres una mala influencia para mí.
–Y eso porque?
–Me haces faltar a clases y llegar tarde.
–Muy triste no te pone.
–No, pero tengo que entrar.
–Ok, nos vemos en el almuerzo.- me besó otra vez pero esta vez de manera más lenta y más apasionada.
–Nos vemos.- le dije sin aliento y caminando hacia mi salón.