Un fuerte dolor de cabeza y un leve mareo hicieron que quedara asegurado que estaba viva. Sentí una respiración chocando con mi rostro, abrí lentamente los ojos y vi a un chico que cabellos lilas al igual que sus ojos, unas ojeras oscuras y grandes y una sonrisa psicópata mostrando unos colmillos blancos y afilados, este chico sostenía un oso de felpa entre sus brazos.
- ¿Q-quien eres? -dije algo asustada y debil mirando al chico.
- Kanato, esos no son los modales adecuados. -escuché otra voz, tal vez le molestó que el chico estuviera casi sobre mi.
Giré mi cabeza y ví a un chico acomodandose los anteojos, mientras ese tal Kanato salía sobre mi algo molesto.
El chico de los anteojos se me acercó poco a poco hacia mi.
- ¿Quien me trajo aquí? -dije asustada y agitada, este lugar no me daba buena vibra.
- Eso lo descubriras luego... -dijo volteando por la habitación, también habian dos chicos mas, el pelimorado y un chico albino y de ojos rojos.
- ¿Ok? -dije extrañada, para que tanto misterio.
- Tu serás la nueva novia, a pesar de que uno de mis hermanos ya te ha marcado. -dijo el chico de los anteojos de forma elegante.
- ¿Novia? -fruncí el ceño.
- Ve a vestirte, te presentaré a todos abajo, te quiero lista en cinco minutos. -desapareció, al igual que los otros dos, este se cree madre o que.
Fuí hasta el ropero y me coloqué un conjunto presentable, bajé y vi a seis chicos mirandome. Yo tragué en seco, me daban miedo sus miradas, y lo peor, nisiquiera eran humanos.
- Por favor presentate. -dijo el mismo chico de antes.
- Bueno..... yo........ soy Furanshisuka. -me rasqué la nuca nerviosa- y tengo 17 años recién cumplidos. -para que conté ese maldito detalle a nadie le importa.
Un silencio incomodo estuvo por segundos, que parecian horas y horas.
- Bueno somos los Sakamakis, Shu es el mayor -apuntó a un chico de cabellos rubios y ojos azules- yo soy Reiji, el segundo de los hermanos -dijo sonriendo- ellos son los trillizos, Kanato, Ayato y Laito -dijo apuntando a cada uno de ellos- y el es el menor, Subaru. -dijo apuntando al albino, el cual soltó un gruñido y desaparecio.
Luego cada uno se fue y yo fuí hacia el jardin, que raro es esto...
Me recosté en el pasto mirando hacia el cielo para refrescar la memoria, si es un sueño tiene que ser bastante real y si es real.... pues ya valí. Noté una cosa rara dentro de un bolsillo de el abrigo que me había colocado, ya que era el mismo que estaba usando ayer cuando me "secuestraron".
Lo saqué y noté que era mi móvil, pero no tenía nada de señal y no me servía de nada, ni yo sabia donde estaba.
Suspiré y cerré mis ojos por un rato, el lugar era relajante, pero en el fondo yo tenía miedo, no sabía que me iban a hacer esos Sakamakis.
Estuve así un largo rato, pensando en como contactar a mi madre, hasta que se me ocurrió una idea.
Me levanté y fuí corriendo hacia la mansión, fui buscando a Reiji por todos lados pero no lo encontraba. Seguí corriendo pero choqué con alguien, por poco casi me rompo una pierna pero justo me sostuvieron.
Levanté la vista y vi a un chico, tal vez un poco mayor que yo, sus ojos eran verdes, eran muy lindos.... espera ¡¿Que?!
También tenia un cabello anaranjado casi por los hombros, este solo me miró fijamente.
- Esto.... ¿Me podrías decir donde esta Reiji? -dije tímidamente.
- El debe estar durmiendo. -dijo el chico acomodandose el sombrero y mirandome.
- Esta bien. -suspiré, pense que el plan funcionaria, pero aun no es tarde.
Despues de un rato yo me dirigí hacia mi habitación, escuché música, entre otras cosas, en la mansión todo era aburrido, el unico que hablaba era Reiji que parecía el padre de todos ellos.
Luego nos llamaron a comer y todos nos reunimos abajo, yo estaba muriendo de hambre y todos lo notaron, ya que mi estómago gruñó y todos me quedaron mirando, cosa que me dió vergüenza.
Nos sentamos y casi nadie comía, sentí una mirada sobre mi, comenzé a buscar entre los hermanos y la mirada de el pelirojo de cabellos medios largos y la mia se cruzaron, el sonrió cuando notó que yo lo estaba mirando, nerviosa, aparté la mirada y seguí comiendo hasta que acabé.
Me levanté y fui hacia mi habitación, extrañaba a mi madre y hablar con mis amigas, solo quiero irme de una vez.
Coloqué una almohada como siempre sobre mi cabeza y cerré mis ojos, nunca e extrañado tanto a mis seres queridos.
- Asi que tu eres mi nueva bitch-chan. -se escuchó una voz en mi habitación, quité la almohada sobre mi rostro.
Miré quien era aquel chico, era el mismo con el que había chocado,¿A caso no respetan la privacidad o que?
- ¿....bitch-chan? -pregunté sin comprender ese apodo, osea que se cree ese chico.
El se desplazó rapidamente y se sentó en la orilla de la cama, yo rápidamente me senté algo asustada.
- ¿Que pasa bitch-chan? -dijo en un tono pervertido- Yo solo quiero ser tu amigo. -pfff si claro.
- ¿Amigo? -largué una risa no me la puedo creer- tu solo quieres mi sangre y por lo que noto solo me quieres violar. -dije rodando los ojos, lo se aveces soy algo bipolar ;-;
- Tu no sabes lo que quiero, desde el primer momento que te vi, tu me perteneces... -dijo en un tono serio.
- Yo no le pertenezco a nadie. -fruncí el ceño.
- Yo te mordí primero..... -dijo con un tono de coqueteria y serio a la vez, yo pasé la mano por mi cuello y pude notar la mordedura.
El se acercó a mi rostro, quedé paralizada y algo sonrojada, no acostumbro a estas cosas. Luego noté que el también estaba algo sonrojado.
Yo aparté la mirada y comenzé a buscar una escusa, no quería colocarme mas sonrojada de lo que estaba.
- Estoy cansada.... -dije escusandome.
Ambos nos levantamos y este me rodeó con sus brazos y denuevo comenzó a ponerse pervertido.
- Entonces dormiré contigo. -dijo en un tono pícaro que me dejó paralizada por dos segundos.
- ¡¡Estas loco!! Yo no dormiré con cualquier persona que se me cruce. -dije soltandome de su agarre molesta.
- Vamos, solo esta noche ¿si? -dijo cerrando los ojos y estirando los labios mientras se acercaba a mi.
- ¡¡No!! -lo empujé hasta la puerta y lo eché a la fuerza.
La cerré y me deslize hasta sentarme en el piso algo agitada por lo que había ocurrido, jamás me había pasado algo así.
Cerré mis ojos y poco a poco comencé a dormirme.
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