História Quiereme Siempre - No te meteras en mi camino

 —Te volví a ganar —Ethan dice sonriente y José solo asiente. 

 —Sabes que no está bien que te metas en esa relación Ethan, te estás haciendo más daño. Déjalos en paz. 

 —No puedo, la amo y voy a luchar por ella —Ethan toma un cigarro y lo enciende— y así como te gane a ti —señala el ajedrez— le ganare a Grey, él no se va a quedar con mi mujer—, libera el humo del cigarro, en ese momento Alicia entra. 

 —Perdón no sabía que estaban aquí —se disculpa. 

 —Alicia sal, estoy fumando y el cigarro te hace daño para tu enfermedad —Ethan le grita, ella se sorprende al igual que José ya que nunca le había gritado. 

 —Ethan ¿Qué, qué te pasa? —Que te largues que no entiendes —le grita, Alicia sale llorando. — ¿Por qué le hablaste así? —José le reprocha— ella no tiene la culpa de nada. 

 —Por eso mismo, ella tenía que enamorar a Christian, no Anastasia se tenía que enamorar de él. —Señora Gail —José menciona. Ethan voltea a ver a Gail quien esta espaldas a él. 

 — ¿Qué quieres nana? —Ethan termina su cigarrillo y pone la colilla en el cenicero. 

 —Vengo por la libreta —Gail la toma— a eso venia tu prima pero ya que le gritaste que se saliera no pudo tomarla, y antes de que completes tu frase es para lo de Anastasia, ya déjala en paz. Anastasia ya escogió y ante ello no puedes hacer nada, me canse de que culpes a todos de tu desgracia, tu madre está furiosa porque le gritaste a Alicia, nosotros no vamos a pagar tu tristeza entiendes. Siento que seas presente de esto José pero este joven aun no entiende que ya no ocupa un lugar en el corazón de mi niña—. Gail sale furiosa del despacho. José va a pronunciar alguna palabra pero Ethan lo calla antes. 

 —No me digas nada, si en verdad eres mi amigo me apoyaras en todo —se sirve más whisky— voy a secuestrarla. 

 —No lo vas hacer Ethan —José lo interrumpe— ella no te ama —se acerca a el— no la vas a condenar a estar a tu lado sin amor, en qué relación se convertiría, Ethan como amigo en eso no te apoyo, en el corazón no se manda eso lo debes de entender. Tú la quisiste siempre pero ella no lo hizo contigo, tu fallaste al irte y dejarla, si vio algo en el ella sabrá, Ethan no te mortifiques más ella no es tuya, es de otro hombre. 

 —No lo entiendo José la amo —Ethan se sienta en el sofá y da un trago a su vaso— la amo, ella es todo para mí. —Ethan ya estas borracho y eso no te hace bien, porque no te vas de viaje un tiempo y tratas de centrar tus sentimientos. 

 —No me voy a ir porque qué tal si ella me necesita —sus ojos se empiezan a empañar de lágrimas— porque que tal y el la engaña —se tira al suelo y sus lágrimas corren como cascadas— porque ella se tuvo que enamorar de él y no de mí. —Porque así es esto Ethan, Anastasia siempre te vio cómo su primo—. Ethan se pone de cuclillas— no llores Ethan no te hace bien estar así. —Nada me hace bien —levanta la mirada— solo ella puede aliviar este dolor.

— ¿Que dolor Ethan? —Se coloca a su misma altura— ella nunca te dio ilusiones de mas —suspira— siempre te hablo claro. 

 —Claro que no —toma un trago y sonríe— cuando yo la besaba, ella me correspondía, cuando la tocaba. Ethan lo interrumpe —porque tú siempre de una u otra forma la presionabas —pone su mano en su espalda— no hay nada que puedas hacer Ethan, si la raptas como tú dices —Ethan lo mira y se empieza a reír— ella te va a odiar por alejarla del amor de su vida. 

—A mí él no me convence que la ama —José lo mira confundido— yo he visto como la mira, y en su mirada no veo amor. Dirás que estoy loco pero sus ojos a veces la miran con un odio profundo. 

—Ethan por favor no inventes cosas —José le dice— solo lo haces porque tienes celos y necesitas alguna justificación. 

 —No te miento José, cuando los veas juntos, mira a Christian y tú mismo compruébalo. José solo suspira y sale del despacho con él, lo sube con cuidado hasta llegar a su recámara y lo acuesta en la cama. Ethan cae rendido pues ese día a bebido mucho. Al acomodar a Ethan centra su mirada en una foto, termina de acomodarlo y se acerca al retrato y la coge. 

 —Hay Anastasia que has hecho con Ethan —deja la foto y sale de la habitación... . 

—Anastasia —escucha como Mia le habla, sonríe, deja de mirar la computadora y la mira a ella— ¿estás muy ocupada? 

 —Claro que no Mia como crees, pasa —le señala la silla para que tome asiento. — ¿Que tu no deberías de estar viendo lo de tu boda? Anastasia se muerde el labio —Si pero ya sabes como es mi tía Elena, en todo quiere estar y no me iba a salvar de que quisiera llevar mi boda acabo junto con Alicia— la mira y le dice—: Mia, porque no me dices lo que venias a decirme sé que no era eso. ¿Es Ethan no?

 Mia solo asiente. Ella siempre ha estado enamorada de Ethan pero este no le corresponde más que con su amistad. Cuando se enteró de que Ethan había regresado se emocionó tanto que pensó que era su oportunidad, pero esa oportunidad se fue cuando se enteró de que Ethan amaba a Anastasia, pero ella siempre le hablo con la verdad de que nunca tendría algo con el, esto era una de las razones por las que Anastasia nunca acepto a Ethan porque sabía muy bien que Mia lo amaba con locura. 

—A pesar de todo lo que ha pasado con Ethan no le guardo algún rencor, sé que lo hace por amor —Mia deja de sonreír— pero el tarde o temprano entenderá que hay personas que solo son una ilusión como yo ahorita lo soy para el, y hay otras que son el verdadero amor, como el que tu sientes por el. 

 —Gracias por decirme todo esto Anastasia, yo voy a luchar por el, porque lo amo. Alicia quien había ido a ver a Anastasia para arreglar los últimos detalles de su boda escucha todo. Ella no permitiría que Mia se interpusiera en su camino, la quitaría de ahí como fuera posible. Se retira de ahí y va a los sanitarios de la empresa Lincoln. 

 —No te vas a quedar con el maldita de eso me voy a encargar yo, ya quite a Anastasia de mi camino y lo voy hacer contigo —susurra entre dientes frente al espejo— yo seré la única señora Lincoln y nadie se interpondrá en mi camino, ¡lo juro! 

 Berlín, Alemania 

 —Buenas tardes señora Steele —el detective le tiende la mano— le traigo noticias muy satisfactorias para su marido y usted por supuesto.

—Mi marido en este momento no se encuentra pero dígame a mi detective Roach —Carla sonríe. 

 —Ya sabemos en donde puede estar su hija —Carla no deja de sonreír y las lágrimas empiezan a salir— en Seattle, sé que tardamos años en llegar a ella pero no fue imposible, ustedes tienen que viajar a EE.UU lo antes posible. Todavía tenemos que buscar más datos pero por lo que llevamos la niña o más bien señorita no ha salido del país. Tiene los retratos que se han hecho de ella ¿verdad? —Carla asiente— les voy a dar los documentos de la casa hogar en donde estuvo su hija Anastasia, ustedes tienen que ir personalmente ya que a nosotros no nos proporcionaron datos acerca de la niña, pero con ustedes si lo harán porque son los padres. 

—Gracias detective —Carla llora.